LOS PROFESIONALES, EN EL CORAZÓN DEL DELITO

Lluc Oliveras (Barcelona, 1977) es casi un hombre del renacimiento. Su trabajo ha alternado la escritura con la composición musical y la creación de audiovisuales. En la creación literaria se ha destacado por sus incursiones en el género negro y ahora, de la mano de Versátil (en su colección Off), nos llega su última obra: Los profesionales, la novela que se adentra en los entresijos de la que fue la mejor banda criminal de Europa, capaz de desvalijar un avión Airbús en menos de cuatro minutos.

La novela de Oliveras es muy recomendable. En primer lugar por la gran cantidad de documentación que maneja y por la exhibición de precisión que hace de ella. La documentación, en una novela, es aquello que tiene que estar pero no se tiene que notar, es decir, siempre tiene que estar al servicio de la historia, y en este caso conseguimos empatizar perfectamente con todos los personajes de Oliveras porque la domina y la dosifica a la perfección. Lo sabemos todo de Los profesionales y así es imposible no quererles. En segundo lugar por la maestría en la utilización de los tempos y de la focalización de la historia, con alternancia de puntos de vista entre los atracadores (la mayoría de los capítulos) y sus perseguidores (el contrapunto necesario) además de los cómplices, amigos y enemigos.

La historia de Los profesionales es la de una banda marsellesa dirigida por Corveau que está obsesionado por ser el mejor criminal de Francia. Una sofisticación progresiva en los métodos de atraco, una obsesión enfermiza por los métodos de la película Heat (digamos que el líder de la banda no tenía mal gusto cinematográfico) y una obsesión por vivir bien, cada vez mejor. Tal vez eso último fuese la perdición de la banda, que se aficionó demasiado a prostitutas de lujo, cocaína y palcos de estadios de futbol a la vez que incrementaban sus ganancias con golpes cada vez más audaces.

Es imposible leer el libro y no adorar a los integrantes de este selecto grupo de atracadores de élite que desvalijan una joyería del Passeig de Gràcia de Barcelona como si nada después de instalarse en Cataluña cuando la presión policial en Francia es demasiado intensa. Sufrimos con ellos, tenemos el subidón de adrenalina con ellos y por una vez queremos que ganen los malos. Todo ello sería imposible si Lluc Oliveras no hubiera escrito extraordinariamente bien esta historia minuciosa y precisa que nos adentra en el corazón del delito.

SEBASTIÀ BENNASAR

 

Los profesionales

Lluc Oliveras

Versátil

Barcelona, 2015



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