VÍCTOR DEL ÁRBOL EN EL OLIMPO

El escritor barcelonés se lleva el Grand Prix de Littérature Policière por la versión francesa de «Un millón de gotas»

El premio, fundado en 1948, es el de máximo prestigio en el mundo de la novela negra en Francia, donde el autor se ha convertido en un fenómeno en los últimos años

SEBASTIÀ BENNASAR. Demasiadas veces han tenido que venir de fuera para explicarnos que lo nuestro es muy bueno. El caso de Víctor del Árbol es paradigmático. Su novela «La tristeza del samurai» arrasó en la versión francesa mientras que en España sus editores (Alrevés) estaban satisfechos pero las cifras estaban lejos de las galas. Aquella novela le valió a Víctor del Árbol (Barcelona, 1968) la salida al exterior y su consagración absoluta en Francia gracias al premio de mejor novela negra europea que consiguió en el festival de Lyon. Ahora, con Un millón de gotas se ha llevado el premio más prestigioso e importante de la novela negra francesa.

El Grand Prix de Littérature Policière nació veinte años antes que su flamante ganador. Se lo inventó en 1948 Maurice-Bernard Endrèbe i este año entre los finalistas había 11 obras que optaban al premio en categoría de mejor novela francesa y 17 para la internacional. Eso era la selección final. Previamente, muchas rondas, muchos consejos y comités hasta llegar a esta selección final en la que Del Árbol ha ganado. La novela en lengua francesa vencedora ha sido “Derrière les panneaux il y a des hommes”, de Joseph Incardona, suizo de 1969, de madre suiza y padre siciliano y autor de diez novelas y dos libros de relatos.

Víctor del Árbol se ha consolidado en los últimos años gracias a la poderosa construcción de sus personajes pero sobre todo gracias a la ambición literaria que atesora. De hecho, en sus últimas intervenciones públicas en festivales literarios y congresos (por ejemplo en Collbató o en Salamanca) ha hecho mucho hincapié en la ambición literaria y en la necesidad de escribir bien. Parece de perogrullo tener que reivindicar a estas alturas que se escriban buenos libros, pero coincidimos con Víctor del Árbol que muchas veces falta ambición, talento y oficio en lo que se publica. Por suerte, han venido los franceses a decirnos que tenemos un auténtico pata negra.



Categorías:Negro sobre Blanco, Pata Negra

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